Thursday, October 13, 2011

cuento policial

   Yo era un detective muy conocido en la zona de Olivos, era el hombre que todos odiaban porque en Olivos se encuentra la mafia de las drogas. Corría peligro de muerte, me amenazaban y yo, sigo mi trabajo.
   Era un día normal, yo estaba caminando por la calle principal, y me crucé con el capo de la mafia. Él era un viejo, siempre vestido de traje negro y sombrero y con una actitud sospechosa. Fue ese momento cuando escuché un grito. Era el de una mujer. Inmediatamente fui corriendo hacia un callejón, que se convirtió en la escena del crimen. Apenas llegué me di cuenta de que en la pared estaba escrito con sangre:”Barcelona”. No dudé ni un poco sobre que se trataba de Antoñio, el capo de la mafia. Por eso fui a buscarlo. En el camino me encontré con sus matones y me contaron que el había desaparecido y que en una pared decía:”Barcelona”.
   No sabía qué hacer, lo único que se me ocurrió fue ir a Barcelona e investigar. Resulta que había habido un homicidio y en el lugar estaba escrito:”Moscú”.Pasé meses recorriendo el mundo en busca del asesino hasta que en una pared apareció:”Argentina Juncal 485”, era mi dirección. Volví desesperadamente a mi casa y cuando abrí la puerta mi esposa estaba colgando muerta junto con mafiosos que yo había encarcelado.
   Esto me hizo pensar. Inmediatamente deduje que tenía que analizar la sangre del primer homicidio. Lo hice. Las muestras dieron que la sangre pertenecía a Santiago, ex esposo de mi difunta esposa.
   Solo me encontré con un pequeño problema, él se encontraba supuestamente en la cárcel. Fui a visitarlo y me informaron que había escapado. Volví a mi casa, me senté en mi escritorio y apenas abrí un cajón, estaba la cabeza de  Santiago con una nota. Ésta decía  “Espero que hayas disfrutado esto ¿y si yo fui el que mató a todos?
Días después………..
 Ahora me encuentro en un manicobnio, atado escribiendo usando mi boca a modo de mano.